En el antiguo Perú durante el reinado de los incas, se requería que las personas de cada aldea dieran una parte de sus recursos al estado. Esto no solo incluía la cosecha de sus campos, los productos que producían, sino que también la mano de obra necesaria para construir y mantener los puentes y edificios del imperio. En algunos sectores del Perú, esta práctica aún se mantiene donde los aldeanos se reúnen anualmente para reconstruir su puente colgante.
Esta es la historia de una zona rural en Perú donde los aldeanos se reúnen una vez al año para reconstruir un puente colgante sobre el río. Nos gusta esta historia porque es una representación de la forma en que Quipunet trabaja al usar recursos limitados para construir puentes a través de la brecha digital de la educación en Perú. Esto muestra que, como en nuestro lema, con el Suma de Valores, la Multiplicación de Esfuerzo y el División de Trabajo, podemos lograr mucho más de lo que podríamos haber imaginado como individuos.
El festival anual del puente Q’eswachaka, que se celebra todos los años la segunda semana de junio, es un ritual que se ha seguido desde la antigüedad. Los hombres y mujeres de los pueblos de los alrededores se reúnen en este día específico y comienzan un proceso de tres días para reconstruir el puente. Traen consigo grandes paquetes de hierbas largas (ichu) junto con las herramientas necesarias. Las mujeres comienzan golpeando los tallos de hierba para ablandarlos y luego lo trenzan en largos hilos de soguilla (q’oya). El chakarauwaq, o ingenieros, luego añaden las soguillas trenzadas en cuerdas mas grandes, desmontan el viejo puente y comienzan la importante tarea de tejer a ambos lados del río.
Nuevas cuerdas son tiradas a través del río y se suspenden sobre estribos de roca a cada lado del río. Para honrar el liderazgo tribal, la última de las cuerdas está unida por dos maestros constructores y se agradece a Apu Q’eswachaka, que representa a los espíritus de la montaña. Se colocan dos cuerdas grandes a cada lado y sobre la pasarela para que sirvan de pasamanos. Una cuerda más pequeña colocada a intervalos cercanos se cuelga de la plataforma a las barandillas para actuar como pasamanos del puente. El puente se abre para el tráfico hasta el año siguiente, cuando el puente se reconstruye nuevamente.
Según los maestros constructores, sus antepasados dicen que este puente se construyó por primera vez durante los tiempos de los incas hace 600 años. En aquellos tiempos, había muchos de esos puentes que cruzaban ríos a lo largo de un extenso sistema de carreteras.
